por paco | abr 4, 2015 | Blog, Ocio, Viajes, Volar con niños
Es posible perder un avión, por culpa de un atasco de tráfico, un imprevisto, por dormirse… hay muchas causas para que no lleguemos a nuestra cita, pero sí es por una negligencia tuya y encima evitable pues duele más y el enfado es mayor todavía, aunque de entrada descargamos nuestra ira en la compañía aérea. Como fue el caso al principio. A finales de verano mi cuñada, su marido y su hija pequeña vinieron a vernos a Valencia unos días. Manuela no tendría ni un año, nueves meses si mal no recuerdo. El vuelo de Santiago a Valencia con Ryanair fue normal, sin problemas, pasamos juntos unos días estupendos y como todo lo bueno se acaba… tocaba volver. Mi familia se quedó en casa y yo cogí el coche para llevarles al aeropuerto. Salimos con tiempo, porque cuando viajas con niños siempre hay más imprevistos. Así que llegamos con bastante antelación, aparcamos y les acompañé hasta el mostrador de facturación. Cuando entregaron sus documentos y las tarjetas de embarque la azafata nos dejó a todos helados. Manuela no podía volar. El motivo, no tenía un DNI y el Libro de familia no era una garantía para identificarla. Mi cuñada alegó que ya habían hecho el viaje de ida sin ningún problema y que no les habían pedido documentación de la pequeña. La azafata se desentendió y le dijo que era normas de la compañía y que al comprar los billetes ya lo sabía. ( En aquellos años, hablamos de principios de siglo, no tenías que introducir un DNI para reservar el billete, pero sí que te advertían de...
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