por paco | jun 6, 2015 | Blog, Viajes, Volar con niños
La verdad es que un viaje a Eurodisney se hace una vez en la vida y cuesta un dineral. Entiendo que a veces miramos con lupa hasta el último céntimo para ahorrarnos un dinerillo, pero quiero haceros una propuesta que no me parece cara dentro del elevado precio del conjunto que supone pasar cuatro días en el mágico parque temático. Se trata de contratar un transfer privado desde el aeropuerto hasta tu hotel. Nosotros optamos por esta experiencia y aunque nos subió la factura 110 euros por los tres, dos adultos y un niño, mereció la pena. Primero porque llegas a la inmensidad del Charles de Gaulle que parece una ciudad de lo inmenso que es este aeropuerto y por la cantidad de pasajeros que deambulan acelerados. Y segundo, porque lo del autobús nos parecía un poco estresante. Buscar de donde salía, esperar la salida… y además, vuelo con una pasajera a la que los aviones no le sientan nada bien. El transfer, la verdad es que mola. Porque al salir de la puerta de embarque hay un señor con un cartel con el apellido de la familia esperando y 40 minutos después estábamos en la puerta del hotel. Esto a los nanos en este viaje de fantasía les encanta. Tuvimos suerte porque la otra familia que iba a viajar con nosotros ya estaba junto al conductor, habían llegado antes en un vuelo procedente de Madrid. Así que no tuvimos que esperar nada. Nos guió hasta el parking, nos ayudó con las maletas y subimos a una Volkswagen negra de nueve plazas, éramos ocho en total, y arrancamos. Mientras...
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